EL TORO COLORADO (LEYENDA)




En la comunidad de Tepatulco, municipio de Ixcapuzalco, en un cerro situado al oriente del poblado, suceden cosas extrañas.

Los lugareños y las personas que pasan por ese cerro dicen que ven lumbre, como si algo estuviera ardiendo, y cuando se acercan, oyen una voz que les dice:

“Escarben aquí, porque hay tres ollas llenas de monedas de oro enterradas en este lugar, si no tienen miedo, ese dinero será para ustedes”.

Algunas personas han intentado sacar el oro, pero en el momento en que empiezan a escarbar oyen los bramidos enfurecidos de un toro que se acerca y despavoridos echan a correr.

En cierta ocasión, se juntaron tres señores dispuestos a sacar ese tesoro a como diera lugar. Así que se reunieron en casa de uno de ellos llamado Alexis, para ponerse de acuerdo, y a las doce en punto de la noche se encaminaron hacia el lugar donde estaba el tesoro, llevando consigo herramientas para escarbar, tales como barras, picos y palas.

Cuando llegaron al lugar indicado, empezaron a escarbar, pero apenas habían dado los primeros golpes con el pico cuando oyeron los bramidos de un toro. Uno de ellos dijo: “hay que seguir, no pasa nada, sólo quiere asustarnos para que no nos llevemos el tesoro”. Y empezaron a escarbar de nuevo, mientras uno de ellos vigilaba por si venía el toro.

Los bramidos del toro se oían cada vez más cercanos, y de pronto Alexis gritó: “¡Las encontré! ¡Aquí están las tres ollas de oro!“. Pero al momento de decir esto, sintieron que un aire frío los envolvió y que el suelo temblaba, y este temblor se debía a que un enorme toro rojo se acercaba corriendo al lugar donde ellos estaban.

Fue tal la impresión que se llevaron, que al instante echaron a correr despavoridos olvidándose de las ollas de oro, soltando picos y palas.

Dicen que este enorme y feroz animal los siguió hasta la carretera que conduce al pueblo, y después regresó y con sus pezuñas volvió a tapar el agujero que habían hecho. Estos tres señores jamás regresaron a Tepatulco.

Y así pasó el tiempo, y otras personas de diversos lugares han ido con la intención de llevarse el tesoro, pero al empezar a escarbar, aparece el enorme y feroz toro colorado y huyen asustados.

Dicen que ese animal es el espíritu de la persona que enterró ese dinero y se encarga de cuidarlo, para que nadie se lo lleve, y que esas ollas de oro permanecerán ahí hasta que un valiente encuentre la manera de sacarlas, burlando la vigilancia del toro o matándolo.

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